Los animales víctimas de la guerra y la industria militar

Los animales víctimas de la guerra y la industria militar

Todo acto de violencia es injustificado, más aún cuando se pierde una vida humana.

Lo que ocurre en Europa no tiene ninguna justificación, cada vida es valiosa.
Lamentablemente no sólo los humanos se ven afectados, hay cientos, sino miles de animales que son víctimas de la violencia desmedida producto de la ambición humana.

Aquellos que tenemos un perro o gato sabemos lo que es el sufrimiento por uno de estos seres que nos alegran la vida.

Ucrania se encuentra en una confusión total producto de los bombardeos ocurridos. Cada familia se ha puesto a salvo como ha podido, llevando a sus seres queridos, entre ellos sus gatos, perros, aves, etc.

Pero, ¿Qué ocurre con aquellos indefensos seres que viven en las calles abandonados a su suerte? ¿Quién vela por ellos? ¿Cuántos se encuentran bajo los escombros muertos o heridos?

Afortunadamente aún hay seres humanos que no han perdido su humanidad y están rescatando a cuanto animalito encuentran herido o deambulando por la ciudad, los cuales ahora son fieles compañeros de aquellos que cuidan las fronteras de su país ante el ataque Ruso.

No solo los humanos han sido víctimas de las innumerables guerras y conflictos armados alrededor del mundo, los animales de casi todas las especies se han visto envueltos en este drama sin límites.
Los animales son usados de forma notable en el ámbito militar. Y un enorme número de ellos son muertos o mutilados durante las guerras. Tales agresiones, pese a estar lejos de ser las más evidentes que los animales sufren, conllevan una cantidad inmensa de sufrimiento y de muerte.

Tanto en tiempos de paz como en caso de conflicto bélico, el militarismo ha sido y es responsable de un gran número de muertes y de un enorme sufrimiento. Las agresiones que padecen los animales por estos motivos tienen lugar fundamentalmente en tres ámbitos:

· Cuando los animales son víctimas directas del armamento empleado en las guerras, o mueren por motivos indirectos tras el ataque a una zona determinada.
· Cuando son empleados en experimentos con fines militares.
· Cuando son empleados en las propias guerras como armas o recursos a disposición de los ejércitos.

Por ejemplo, en 1996, cuando estalló la guerra en el territorio que ahora ocupa la República Democrática del Congo, solo quedaban 31 rinocerontes blancos del norte en el Parque Nacional Garamba, el último bastión de esta especie en peligro de extinción. En menos de un año, milicias armadas llegaron a la reserva y la mitad de los elefantes, dos tercios de los búfalos y tres cuartos de los hipopótamos que la habitaban desaparecieron en tres meses.
A pesar de los esfuerzos de los conservacionistas, también se reanudó la caza furtiva del rinoceronte blanco del norte. Hoy, solo quedan tres ejemplares vivos de esta especie, todos provenientes de un zoológico en la República Checa.

Donde el conflicto ha sido más frecuente, a las poblaciones de vida silvestre les ha ido peor; de hecho, no hemos encontrado poblaciones que aumenten de tamaño en esos lugares.

Muchos casos de estudio han demostrado que la guerra afecta la supervivencia de la población local y que en ocasiones amenaza a especies enteras. Pocas veces la guerra deriva en extinción, la guerra representa un desastre en todos los aspectos, incluido el medioambiente.

Los científicos descubrieron que se requiere de relativamente muy pocos conflictos para reducir los niveles de la población animal. Incluso con el inicio de lo que pudiera ser un conflicto menor desde la perspectiva humana, notamos que disminuye la población animal promedio.

En tiempos de guerra, la carne proveniente de la caza furtiva puede alimentar a las tropas, a la población local y a los refugiados, mientras que los recursos de valor como el marfil y los cuernos de los rinocerontes pueden utilizarse para financiar la lucha. Las armas y las municiones también suelen estar más disponibles, afirmó Hillman-Smith, y una ruptura general de la ley y el orden facilita la caza furtiva.

Aunque los conservacionistas se ven obligados a huir, no todo está perdido durante la guerra. En ocasiones los animales desaparecen y es más difícil que los cazadores los encuentren y la población sigue existiendo en menores proporciones.

El mensaje más importante es que los conflictos van en detrimento de la vida salvaje, pero en muy contadas ocasiones causan extinciones. La rápida intervención de los conservacionistas puede ser crucial para garantizar la supervivencia y la recuperación del resto de la población.
Como ser humano condeno todos los actos de violencia y más si seres sin voz, pero con sentimientos son afectados por esta.

#NotevoyaAbandonar

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