Hay diferentes tipos de madre
Existen muchas formas de ser madre. Tener hijos es la forma principal de serlo, pero no es la única.
Yo creo que es cuando adquieres un compromiso con tu corazón con respecto a otra vida y no necesariamente tiene que ser humana.
Cuando adoptas un animal te conviertes en su fuente de cariño, alimento y cuidado. Sufres cuando no está bien y siempre quieres lo mejor para él. Le dedicas todo el tiempo que puedes, le enseñas lo que está bien y lo que está mal, juegan y aprenden uno del otro. Y siempre tienes la sensación de recibir más de lo que das.
La ciencia nos dice que, "Hoy en día existen múltiples estudios con metodologías rigurosas que exploran las propiedades terapéuticas atribuibles al hecho de estrechar lazos con animales no humanos. No es de extrañar que muchas personas forjen vínculos realmente profundos y significativos con sus mascotas (a las que llegan a considerar como miembros de pleno derecho de sus familias), pues proporcionan desinteresadamente momentos de felicidad (sustentada sobre la aceptación incondicional) e incrementan la calidad de vida", relata el psicólogo miembro de la Sociedad Española de Psicología, docente e investigador Joaquín Mateu-Mollá.
La profundidad de una relación entre dos seres vivos se asocia, directamente, a su capacidad para comunicarse. "Entre dos humanos existe la posibilidad de establecer contactos tanto verbales como no verbales, a través del uso del lenguaje y el cuerpo, respectivamente. No obstante, entre un ser humano y un animal se mantiene la posibilidad de intercambiar información no lingüística, gestual y prosódica (basada en sonidos y onomatopeyas) que aproximadamente representa un 70% del total de la información que podemos transmitir; lo que facilita la comprensión de las necesidades y afectos mutuos", continúa el experto.