top of page

52 años. Más Pancho que nunca.

No sé cómo, pero ya estoy acá.

52 vueltas al sol.

Y lejos de asustarme, me emocionan.

Porque hoy vivo desde otro lugar.

Más real. Más profundo. Más mío.

He pasado por mi querido colegio, barrios, universidades, clínicas, hospitales…

He perdido a gente que amaba.

He llorado en silencio.

He reído con el alma.

Y he aprendido que no hay éxito que valga si no te transforma por dentro.

El diagnóstico de TDAH a los 50 fue un antes y un después.

No me rompió. Me reveló.

Por fin entendí mi cabeza, mi energía, mi intensidad.

Hoy no me peleo con eso.

Hoy lo abrazo.

Porque es parte de lo que soy.

Sin buscarlo, empecé a ser agente de cambio.

Desde mi profesión como veterinario.

Desde cada historia que comparto en un escenario o en redes.

No lo hago por likes.

Lo hago por impacto.

Porque si mi historia puede acompañar a alguien más en su camino…

entonces vale la pena todo.

Pero lo más importante… es mi gente.

Mi familia.

Ximena, mi compañera.

Mis hijos, que me dan dirección y ternura.

Mi padre, Ana María, mis hermanos.

Mi raíz.

Mi hogar emocional.

Hoy estoy más Pancho que nunca.

Más consciente.

Más agradecido.

Más comprometido con lo que vine a hacer en este mundo.

Gracias, vida.

Por las luces, por las sombras,

y por todo lo que me sigue transformando.

Porque sí…

lo mejor, recién empieza.❤️

Comments


  • Facebook
  • X
  • Instagram
  • TikTok
bottom of page