top of page

¿Cómo le dices a alguien que su compañero de vida tiene una enfermedad crónica o terminal?

No hay una forma fácil.

No existen palabras que no duelan.


Cuando una mascota es parte de tu vida, no es “una mascota”.

Es familia.

Es rutina, es consuelo, es alegría.

Es amor puro.


Y a veces me toca mirar a los ojos a alguien y decirle algo que puede romperle el alma:

"No tiene cura… pero sí tiene vida."


Porque sí, hay enfermedades que no se pueden eliminar.

Pero eso no significa que se acabó todo.

Significa que empieza otra etapa:

la del cuidado, la del acompañar,

la del amor más presente que nunca.


Ahí no basta con saber medicina.

Ahí se necesita humanidad.

Se necesita sostener.


Yo les digo:

Vamos a enfocarnos en lo que sí se puede.

En su calidad de vida.

En que no tenga dolor.

En que esté tranquilo.

En que se sienta amado.

Eso… es lo más importante.


No se trata de cuánto tiempo le queda,

sino de cómo vamos a vivir ese tiempo juntos.


Yo, como médico veterinario, no siempre puedo curar.

Pero siempre voy a cuidar.


Porque no vine a dar solo diagnósticos.

Vine a acompañar historias.


¿Y tú?

¿Has vivido algo así?

Cuéntamelo.

Este espacio también es para ti.

Para compartir, para sanar, para recordarnos que el amor…

también es saber estar hasta el final.

.

Comments


  • Facebook
  • X
  • Instagram
  • TikTok
bottom of page