EL DÍA QUE ME LA CREÍ
- Pancho Cavero
- 17 jun
- 1 Min. de lectura

No fui el mejor alumno.
No era el aplicado.
Pero tenía un sueño claro:
ser como mi viejo…
ser veterinario.
Entré a San Marcos con el puesto 16.
Ni yo me lo creía.
Hasta que un día, en una clase con la Dra. Noe,
escuché a alguien decir:
“Nunca dejes de creer… y de crear.”
Ese día todo hizo clic.
Y en la última clase…
entró él.
Mi papá.
Lo presentaron como uno de los mejores veterinarios del país.
Y ahí supe que estaba en el lugar correcto.
Ahí fue cuando, por fin…
me la creí.
Gracias, Dra. Noe.
Gracias, viejo.
Gracias, San Marcos.
Por ayudarme a entender que sí se puede.
Créetela.
Porque si tú no lo haces, nadie más lo hará por ti.
📸 Norma Noé Moccetti ❤️
Este post es un homenaje a una gran maestra.
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