Desde el 2001, comenzamos con un sueño claro: ser los mejores en cirugía veterinaria. Lo logramos, pero no nos quedamos ahí. Decidimos que nuestra misión sería formar talentos, y lo hicimos. Hoy, con orgullo, puedo decir que los veterinarios más destacados del Perú pasaron por nuestras filas. Especialistas en ortopedia, neurología, traumatología, fisioterapia, y más han llevado el sello de calidad que empezamos a construir hace más de 20 años.
En el 2003, dimos un paso que parecía impensable: ingresar al mundo de la televisión. Fuimos pioneros en crear un formato que integraba la medicina veterinaria con los medios audiovisuales, algo nunca antes visto en nuestra región. Más tarde, cuando llegaron las redes sociales, supimos adaptarnos para marcar una diferencia real en Latinoamérica. Este camino no solo nos mantuvo en las alturas, sino que nos permitió liderar un movimiento que combina tecnología, comunicación y bienestar, bajo el poderoso concepto de Una Salud.
Pero esto no es solo sobre logros pasados, sino sobre lo que construimos para el futuro. Hoy más que nunca, entiendo que mi papel como veterinario es ser un puente entre lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Mi compromiso está con mi gremio, porque estamos viviendo la época de oro de la veterinaria. Sin embargo, para que esta profesión esté a la altura de las tendencias globales, debemos transformarnos, debemos evolucionar.
Mi objetivo ahora es claro: sanear mi gremio. Es urgente y necesario mostrar a la sociedad lo vital que somos los veterinarios para la humanidad. No podemos hablar de evitar pandemias, cuidar nuestro planeta o proteger la salud sin que los médicos veterinarios estemos en el centro de estas conversaciones. Nuestra labor no es solo cuidar a las mascotas, es ser parte de las soluciones más importantes del mundo.
A pesar de que muchos intentan detener este progreso, de que “los mismos de siempre” a veces parecen destruir lo que tanto nos ha costado construir, no me detendré. Este no es un camino fácil, pero sí necesario. Estoy decidido a dedicar mi tiempo, mi energía y todo mi potencial a impulsar a mi gremio hacia adelante, incluso sin estar dentro de las estructuras tradicionales, pero siempre presente para levantar la voz por nuestra profesión.
Hoy más que nunca creo que los médicos veterinarios podemos y debemos ser reconocidos como una parte esencial para la salud de nuestro planeta y nuestras comunidades. Porque ser veterinario no es solo abrir una clínica o curar animales; es transformar realidades, salvar vidas y liderar el cambio que el mundo necesita.
Fuimos los pioneros. Seguimos siendo los primeros. Y vamos a ser quienes cambien la historia.
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