Hoy es el Día de la Madre. Pero para mí, todos los días lo son.
- Pancho Cavero
- 11 may
- 1 Min. de lectura

El primer poema que vi apenas nací… fue mi madre.
Bettsy.
Una estrella que partió cuando yo tenía 14,
pero que nunca dejó de brillar en mi vida.
Me enseñó a amar con intensidad,
a hablar con firmeza,
y a vivir con propósito.
Y aunque no la veo,
la siento.
En mi intuición.
En mis decisiones.
En mi forma de cuidar.
Ella es esa voz interna que me guía cuando más lo necesito.
Y lo más hermoso es que… hoy la reconozco en Ximena.
Verla criar a Joaquín e Isamar es una lección diaria.
Cómo los escucha, cómo los abraza con palabras,
cómo transforma cada momento en aprendizaje.
Incluso cuando la veo conversar con mi hijo mayor —que no es su hijo—
me emociona.
Porque lo hace con amor del bueno,
del que no necesita título ni obligación.
Del que se elige.
Ximena me ha regalado algo que no sabía que necesitaba:
paz.
Y con ella, entendí que el amor también puede ser orden,
refugio, claridad.
Hoy celebro a todas las madres que me han transformado:
Mi mamá.
Ximena. @ximeactriz
Ana María.
Mabel.
Y a cada mujer que cría, sostiene y ama con el alma.
A las que están.
A las que partieron.
Gracias.
Porque el amor de una madre…
es la fuerza más poderosa del mundo.
Kommentare