No vine a encajar. Vine a transformar.

Desde siempre supe que no iba a ser fácil.

Pero no sabía que eso lo haría aún más mío.

Mi primer sueño fue terminar la carrera de Medicina Veterinaria.

Con TDAH no diagnosticado, era escalar el Everest todos los días.

No encajaba. No seguía el ritmo. Pero nunca paré.

Seguí. Contra todo.

Fui hijo y sobrino de dos grandes referentes.

Eso no me hizo el camino más fácil. Me llenó de miradas, envidias, dudas ajenas.

Y entendí que si quieres llegar lejos, tienes que aprender a caminar entre ellas.

Mi tesis fue sobre fijación esquelética externa descartable.

Normalmente haces tesis de proyectos ya casi terminados. Yo No fui por lo fácil. Fui por lo que amaba.

Saqué 19. Dejé huella.

Luego llegaron cirugías que no se hacían en el Perú.

Tumores cerebrales, luxaciones raras, implantes diseñados por mí.

Usé resonancias cuando nadie lo hacía. Aunque tuviera que esconderme con un perro en brazos para que no nos descubran.

Era pasión. Era fe. Era visión.

El TDAH que muchos ven como problema fue mi motor.

Mi Ferrari mental.

El que me hizo crear, arriesgar, soñar.

Hasta que descubrí algo aún más poderoso:

Mi voz.

Pasé de ser el último elegido para exponer a hablar en público, a comunicar, a conectar.

Dejé de competir. Empecé a compartir.

Hoy ya no doy ponencias de traumatología.

Hoy hablo de vínculo. De emociones. De comunicación.

Hoy cuido lo invisible.

Y hoy… estoy construyendo algo nuevo.

Ya no existe la Clínica Veterinaria Pancho Cavero.

Hoy nace mi sueño más grande:

PetExperts del Grupo Pancho Cavero.

Una revolución en la medicina veterinaria.

Una clínica que no atiende solo mascotas.

Atiende vínculos.

Muy pronto sabrán dónde empieza todo.

Gracias por estar.

Gracias por soñar conmigo.

Y si alguna vez sentiste que no encajabas…

no viniste a encajar. Viniste a transformar.

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