Un hombre asesinó brutalmente a una perrita en el centro de Trujillo

Cuando un país permite que se mate a una perrita en plena calle…

es porque algo mucho más grande ya está roto.

Esto no fue “un caso más”.

Fue una señal de alarma.

Un grito del Perú que nadie quiere escuchar.

Un hombre asesinó brutalmente a una perrita en el centro de Trujillo.

Frente a todos.

Sin motivo.

Con odio.

Con impunidad.

Pero este no es solo un crimen contra un animal.

Es el reflejo de lo que estamos respirando:

violencia normalizada, abandono emocional, indiferencia colectiva.

¿Sabías que el FBI usa el maltrato animal como indicador de violencia humana?

Porque muchos asesinos y agresores empezaron así.

Porque muchas mujeres no denuncian por miedo a que maten a sus mascotas.

Porque la crueldad contra animales es el ensayo de algo peor.

En el Perú tenemos una ley (30407)…

pero no tenemos presupuesto, ni voluntad, ni educación.

Mientras tanto:

Miles de animales sufren en las calles.

La sobrepoblación sigue creciendo sin control.

Nuestros hijos juegan en parques llenos de parásitos.

Nuestra biodiversidad se pierde porque perros y gatos sin alimento cazan por instinto.

La violencia sigue, como si nada.

Esto no es solo un problema animal.

Es un problema humano. Social. Nacional.

Y lo digo fuerte y claro:

quien es capaz de matar a un ser indefenso…

también es capaz de matar el alma de un país.

Desde aquí lo digo con el alma: Los animales también importan. Y debe haber un acción inmediata del estado .