¿Y si te dijera que un perro también merece saborear la vida?
- Pancho Cavero
- 15 abr
- 1 Min. de lectura

A veces creemos que alimentar es solo llenar un plato. Pero los que compartimos la vida con ellos sabemos que va mucho más allá:
Es amor.
Es salud.
Es vínculo.
Es vida.
Y también es placer.
Un perro disfruta lo que come. Se emociona con el olor, con la textura, con el momento. Y su cuerpo lo agradece cuando eso que entra por su boca… realmente lo nutre.
Me preguntan seguido si prefiero BARF o comida cocida.
Y siempre soy claro: la cruda puede ser buena, sí.
Pero también es altamente contaminable si se rompe la cadena de frío.
Y cuando se trata de la salud de mis pacientes, yo no me la juego.
Por eso elijo lo cocido al vapor y congelado.
Porque es seguro.
Porque es rico.
Y porque me da tranquilidad.
Hoy en el Perú tenemos opciones increíbles de cocido al vapor
Belcando, Leonardo (extruido con tecnología alemana, sin conservantes)
y MASI, cocido al vapor, congelado y práctico.
¿La mejor parte? Puedes pedirlo directo a casa:
No se trata solo de alimentar.
Se trata de nutrir, proteger… y también disfrutar.
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