A pesar de ser una mascota tan popular en muchos países, los gatos reciben mucha menos atención veterinaria que los perros. El 85 % de los perros en visitan al veterinario al menos una vez al año, en cambio sólo el 65% de los gatos acuden a una consulta. La razón es probablemente que la visita al veterinario es más estresante, para el gato y para el dueño.

Además, los gatos son expertos en ocultar el dolor y las enfermedades, Es un mecanismo de protección frente a los depredadores. Este comportamiento, si bien es de utilidad en la vida salvaje, hace que sea difícil para el dueño del gato identificar cuando algo anda mal.

Por eso, ¡llévalo al veterinario al menos una vez al año!
Los gatos envejecen más rápido que las personas, si llevas a tu gato a una consulta al veterinario cada tres años, ¡es como si tu fueras al médico cada 15 o 20 años!”

Los gatos se estresan en la consulta con el veterinario porque: No les gusta alejarse de su territorio, compartir la sala de espera con perros los inquieta y porque la examinación médica rompe sus rutinas y además es algo desconocido para ellos.

Con una rutina de prevención, desde que es cachorro hasta que es geronte, te aseguras de que tu gato siempre esté lo más sano posible, aportas información para que los dueños logren mantener a sus gatos en el mejor estado de salud posible durante las distintas etapas de la vida del gato, porque las necesidades de salud del gato varían según su edad.

Para disminuir el estrés emocional que atraviesan los dueños de los gatos antes de llevarlos al veterinario, es importante que las clínicas veterinarias hagan su mayor esfuerzo para ser cat-friendly. Existen algunas medidas muy simples que los veterinarios pueden adoptar para calmar los nervios de sus pacientes felinos, antes, durante y después de la consulta. Como primera regla: cuando de gatos se trata, ¡ser cuidadosos es la clave!

Con nuestra propia experiencia lograremos marcar la diferencia en la vida de nuestros pacientes gatunos. Para conseguirlo la clínica dispone de unas instalaciones personalizadas de uso exclusivo para los pacientes felinos y también una formación y un conocimiento específico en los profesionales de la clínica para saber manejar de la mejor forma posible a estos animales con el objetivo de ofrecerles el máximo confort y reducir así su estrés en la visita al veterinario.

Como toda clínica Cat friendly disponemos de una consulta exclusiva para gatos, a la que se accede directamente desde la sala de espera para que esté aislada de los canes, tanto de su presencia como de sus olores y ruidos.

Así mismo, contamos con una zona de hospitalización exclusiva para gatos, totalmente independiente y conectada con el área de quirófano, que es otro de los servicios que ofrece la clínica.

Tan importante como las instalaciones es la formación, el conocimiento y la experiencia que tienen los profesionales de nuestra clínica para tratar a los pacientes felinos, que no tiene nada que ver con las necesidades de los perros ni a nivel médico ni en su manejo.

Hay que manejar habilidades especiales como darles su tiempo para minimizar su estrés, acercarnos siempre desde atrás, saber cuándo dar un paso atrás si se pone nervioso para dejarles su espacio o saber educar al propietario para que desde casa lleve a cabo una serie de pautas que ayuden a que vengan tranquilos a la clínica. Nuestros profesionales están al día respecto a la formación continua en medicina felina.

Los dueños de gatos solo quieren lo mejor para ellos, y que vivan una vida larga y plena de salud. Podemos ayudarlos a que lo logren brindándoles información y herramientas. Apoyamos a los veterinarios en la promoción de los cuidados de salud preventivos para los gatos.