Consejos para el embarazo saludable de tu perra

Consejos para el embarazo saludable de tu perra

No cabe duda que gestar una vida y dar a luz supone un gran esfuerzo que genera grandes cambios físicos y psicológicos en el organismo de cualquier animal. De igual manera ocurre con las hembras caninas.

Por lo que, saber cuidar bien y de forma correcta a nuestra perrita durante el embarazo y en el momento del parto, resulta fundamental a la hora de garantizar su salud y la de sus cachorros.

El embarazo de una perra es un proceso de gestación que dura aproximadamente 65 días, y durante todo este periodo de tiempo obviamente nuestra mascota va a sufrir cambios fisiológicos propios del embarazo.

Es muy importante aquí recalcar el término fisiológico, que bien podría traducirse como el normal funcionamiento del organismo ante unas demandas específicas. Es decir, una perra embarazada no es una perra enferma, aunque existe una modificación de sus procesos orgánicos que permitirá la vida y formación de los cachorros hasta el parto.

Para un mejor cuidado, necesitas estar informado
Si hablamos en los parámetros de tenencia responsable de animales el embarazo de una perra únicamente debería darse cuando ha sido pactado de forma voluntaria por los propietarios, quienes serán los responsables de los cachorros, y siempre sin forzar a los animales a hacer algo que realmente no quieren.

Partiendo desde esta situación, es igualmente responsable que te hayas informado previamente acerca de lo que la gestación supone para tu mascota, por ello debemos conocer profundamente el embarazo de la perra semana a semana.

Por último, si el embarazo de tu perra se trata de una situación no deseada, ten presente la esterilización como método de prevención.

Cómo saber si mi perra está preñada
Tanto si has programado la monta de tu perrita como si has visto a tu mascota manteniendo relaciones sexuales con otro perro hay muchas posibilidades de que se quede embarazada.

Sin embargo, también puede ocurrir que nuestra amiga canina esté pasando por un embarazo psicológico y que presente los mismos síntomas de una gestación real. En cualquier caso, es importante prestar atención a los detalles y a los cambios fisiológicos que se vayan produciendo para estar seguros de su estado.

Uno de los puntos clave, que nos permite diferenciar un embarazo real de uno psicológico, es que el primero dura entre 58 y 65 días, mientras que los síntomas en el segundo caso, no se extienden más allá de 3 ó 4 semanas. En el caso de que las dudas persistan es importante que acudamos, cuanto antes, al veterinario para confirmar o descartar el embarazo de nuestra mascota.

Síntomas comunes de una perra embarazada
Uno de los signos más evidentes de que nuestra perrita está preñada es el aumento progresivo de su vientre. Aunque es cierto que dicho crecimiento no se hace notar hasta pasado el primer mes de embarazo, existen otros cambios físicos, psicológicos y de comportamiento que nos indican que nuestra querida mascota va a tener descendencia. Vamos a ver algunos de los síntomas más comunes:
• Mayor hinchazón y crecimiento de las mamas: Lo habitual es que las mamas de nuestra perrita aumenten de tamaño en las primeras semanas de gestación. Sin embargo, no siempre es así. A veces este síntoma aparece en la segunda mitad del embarazo.
• Tendrá los pezones más rosados. Este signo también hace sospechar que nuestra perrita está esperando cachorros.
• Orinará con más frecuencia. Al aumentar el vientre, la vejiga se queda con menos espacio para almacenar la orina. De ahí, que nuestra perrita necesite miccionar con más frecuencia.
• Expulsará un flujo transparente. Otro factor revelador son las descargas vaginales durante las primeras semanas de gestación. Se trata de un líquido clave, ya que actúa como tapón protector para los cachorros.
• Tendrá un comportamiento variable. Puede que también observes un cambio importante en su forma de actuar. Por lo general, se muestran más cariñosas y cercanas, buscan nuestras caricias y compañía. Pero también puede ocurrir lo contrario, es decir, que su actitud sea más huidiza y que no quiera que la toquen. Todo dependerá del carácter y personalidad de nuestra mascota.
• Jugará menos y dormirá más. En este periodo de gestación, nuestra compañera canina estará más cansada y tendrá menos energía. Por lo que es probable que la observemos más apática y somnolienta.
• Buscará el rincón del hogar perfecto para tener a sus cachorros. Otro de los síntomas habituales es que nuestra perrita embarazada busque el lugar ideal para construir su nido. Seguramente verás que se esconde en lugares oscuros y tranquilos o que coloca mantas en una zona concreta de la casa.
• Mostrará cambios en el apetito. Durante las primeras semanas de embarazo lo habitual es que disminuyan las ganas de comer de nuestra perrita. Sin embargo, el apetito irá en aumento a medida que la gestación avance, ya que los cachorros dentro del vientre consumen mucha energía y necesitan nutrientes.


Alimentación y nutrición para perra embarazada
Si te preguntas qué dar de comer a una perra gestante, no eres el único: ¡la mayoría de los dueños se hacen la misma pregunta! Es importante saber que las comidas formuladas para perros adultos no proporcionarán los nutrientes adicionales que la perra necesita durante la gestación, por lo que tendrás que introducir algunos cambios en su dieta para alimentarla adecuadamente.

Introducir la comida para cachorros
Para mantenerse lo más fuerte, sana y feliz posible durante toda su gestación, tu perra necesitará un refuerzo adicional de proteínas y energía, que puede encontrar en una fórmula habitual para cachorros.

Recomendamos cambiar lentamente la alimentación de tu perra por una fórmula de alta calidad para cachorros hacia la semana 3-4 de gestación, introduciéndola gradualmente durante un periodo de 7-10 días para evitar alterar su estómago. Debe seguir con esta nueva fórmula hasta después de haber dado a luz y de que sus cachorros se hayan destetado.

Lo que debes dar de comer a tu perra dependerá también de su estado físico ya los problemas de salud que pueda tener en la actualidad o que haya tenido en el pasado, por lo que debes consultar a tu veterinario antes de cambiar su dieta.

Si tu perra sigue una dieta especial por motivos de salud, o si tiene un estómago sensible, habla con tu veterinario antes modificar su plan de alimentación habitual.

Incrementar la ingesta de comida
Igual que nosotros, las perras pueden experimentar náuseas del embarazo en las primeras semanas de gestación, así que deja tiempo para que su cuerpo se adapte antes de aumentar su ingesta de alimentos.

A partir de la quinta semana de gestación, empieza a incrementar sus raciones un poco más cada semana hasta alcanzar aproximadamente un tercio más de lo habitual en la semana 9.

Para entonces, el peso de la mamá habrá aumentado alrededor de un 25%, lo que es completamente normal, pudiendo aumentar incluso algo más si está esperando una camada grande.

Poner agua a su disposición
Asegurarte de que la mamá beba mucho es tan importante como proporcionarle la dieta adecuada (especialmente si la alimentas sólo con comida seca).

Mantenerse hidratada es esencial para conservar la salud durante el embarazo; así pues, debe tener siempre abundante agua limpia a su disposición. Facilítale el acceso a la misma, sobre todo en las últimas fases de la gestación, dejando a su disposición varios boles de agua en las zonas de la casa donde suele pasar más tiempo.

Ejercicio
Como parte del cuidado de una perra gestante, los paseos regulares la ayudarán a mantenerse fuerte, para estar preparada para la llegada de los pequeños.

Durante la gestación, evita el adiestramiento intensivo, las exhibiciones e incluso el enseñarla a obedecer, ya que puede ser estresante y los choques y golpes de otros perros bulliciosos contra su tripa podrían dañar a los cachorros.

Los paseos son una forma magnífica para que las futuras mamás se mantengan en forma y preparadas para hacer frente sin dificultades al parto y nacimiento de sus cachorros. Intenta que los paseos sean más cortos y más regulares durante la gestación, ya que es muy probable que la mamá se sienta un poco más incómoda y cansada a medida que avanza la gestación. Intenta dar de tres a cinco paseos cortos al día.

¿Se puede bañar a una perra que esté preñada? supuesto que sí. De hecho, es muy positivo mantener su rutina de baño en la etapa del embarazo. Eso sí, es importante tener precaución y seguir una serie de pautas para hacerlo de forma correcta. Destacamos algunas de ellas:

• Utilizar agua y un jabón adecuado para mascotas.
• No utilizar productos insecticidas o antiparasitarios.
• Evitar la presión excesiva al enjabonar la zona del abdomen.
• Procurar no bañarla los días previos al parto para evitar su estrés.
• Dar un baño al principio del embarazo y otro a mitad es suficiente.

Cuidados durante el parto
El parto es un momento muy especial e íntimo para la futura mamá canina que suele desarrollarse de forma natural, sencilla y, por lo general, sin complicaciones. Por lo que, aunque nuestra perrita no necesite de nuestra intervención, sí es recomendable mantenernos vigilantes, por si requiere de nuestra ayuda. Lo habitual es que el parto dure entre 3 y 12 horas. Estos son algunas pautas a seguir:

• Construye un «nido» confortable y calentito para ella y su camada.
• Utiliza una caja grande y colócala en un lugar tranquilo de la casa.
• Acaricia a la futura mamá suavemente cuando sienta contracciones.
• Estimula a tu perrita si los cachorros vienen de nalgas, pero sin tirar.
• Corta el cordón umbilical de los pequeños.
• Comprueba cuántas placentas han salido y vigila si come alguna.
• Retira la membrana que envuelve al cachorrito.
• Limpia y elimina las posibles obstrucciones.
• Da de comer y de beber a la madre cuando el parto haya terminado.
• Orienta a los cachorros hacia las mamas para que se alimenten.

Vacunaciones para perras embarazadas
Las madres transmiten su inmunidad a los cachorros a través de la leche, por lo que lo ideal sería asegurarse de que esté al día de sus vacunas antes del apareamiento, para que sus niveles de anticuerpos estén al máximo.

Si las vacunas de tu perra no están al día durante la gestación, consulta a tu veterinario. Algunas vacunas pueden ponerse durante el embarazo, pero tendrás que saber cuáles son seguras tanto para la mamá como para los futuros cachorros.

Desparasitación perras embarazadas
Una parte importante del cuidado de una perra gestante es continuar con sus tratamientos contra las pulgas y los parásitos intestinales.

La mamá puede transmitir ascárides y anquilostomas a los futuros cachorros, por lo que debes tratarla con productos cuyo uso sea seguro durante la gestación. Consulta este tema a tu veterinario, porque los cachorros también van a necesitar desparasitarse periódicamente durante sus primeras semanas de vida.

Complicaciones
Por suerte para las perras, suelen disfrutar de embarazos tranquilos y partos sin complicaciones. No obstante, algunas veces pueden surgir complicaciones durante la gestación canina, por lo que debes conocer los signos de alarma a los que debes estar atento.

Eclampsia en perras
Las perras tienen mucha más tendencia que las gatas a sufrir eclampsia durante o después de la gestación. Se trata de un trastorno provocado por el déficit de calcio. Los síntomas de la eclampsia son espasmos, nerviosismo y agitación. Si observas alguno de estos síntomas en tu perra, llama inmediatamente a tu veterinario porque la eclampsia puede ser muy peligrosa para la salud de tu perra si no se trata rápidamente.

Cesárea en perras
Si ves que tu perra se está esforzando para dar a luz pero no consigue hacerlo, puede ser necesario practicarle una cesárea para extraer a los cachorros.

En algunos casos, la cesárea de tu perra puede programarse de antemano: esto suele hacerse en las razas de perros cuya cabeza es especialmente grande, como los carlinos y los chihuahuas. Debido a la forma de su cabeza, los bulldogs siempre tendrán que nacer por cesárea.

Hacer un "nido"
En las últimas fases de la gestación, tu perra buscará un lugar privado para relajarse y dar a luz tranquilamente. Puedes ayudarle a construir un "nido" en el que se sienta calentita, cómoda y segura para el nacimiento de sus cachorros.

Una caja de cartón con mantas, sábanas o toallas limpias le encantará. Coloca el nido en un lugar tranquilo donde no la molesten los niños ni otras mascotas.


No es raro que las futuras mamás elijan un lugar distinto del nido que has construido, pero intenta animarla amablemente a volver al lugar de tu elección.

Mantén el nido a temperatura ambiente (no olvides comprobar que no haya corrientes de aire) para que tanto ella como sus cachorros estén cómodos.

Acompañar a la perra durante todo el proceso
Una perra embarazada necesita un entorno absolutamente tranquilo, pero no debemos confundir esto con la ausencia de atención y cariño, ya que seguimos estando ante un animal altamente emotivo y sociable.

Mimar a nuestra perra es imprescindible, solo es necesario aplicar sentido común, por ejemplo, no iremos a acariciarla y juguetear con ella cuando esté durmiendo, pero siempre daremos respuesta a todas las atenciones que necesite, estando muy atentos porque ella misma puede demandarlas.

Por otro lado, si bien nuestra mascota debe disfrutar de un entorno tranquilo y confortable, has de saber que va a ser ella la que decida dónde parir y observarás perfectamente el comportamiento de nido. Tu perra puede querer cambiar su mantita o cama de lugar y esto significa que está buscando el mejor entorno para parir.

Es entonces cuando el parto de la perra se acerca, un proceso que debemos acompañar, pero en el que solo debemos intervenir cuando sea absolutamente necesario.

La atención veterinaria de la perra embarazada
Como es evidente, dentro de los cuidados para una perra embarazada se encuentra la atención veterinaria.

De esta forma, te recomendamos que al inicio del embarazo lleves a tu perra al veterinario para que el mismo realice una valoración del estado de salud que tu mascota presenta, esto ayudará a determinar si puede existir alguna complicación, si la gestación transcurre con alguna anomalía o si van a ser necesarios los complementos nutricionales y vitamínicos.

Dependiendo de los resultados obtenidos a través de esta primera valoración es posible que tu perra necesite realizar otras revisiones o bien que las mismas no sean necesarias durante el tiempo restante de gestación.

Como propietario de una perra en estado de gestación te surgirán muchas dudas e inquietudes, por ello la atención veterinaria es imprescindible para garantizar una gestación saludable donde tú también puedas sentirte más seguro en el cuidado de tu perra embarazada.

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